La siembra de patatas es una técnica de cultivo relativamente sencilla, pero en la que hay que conocer determinados pasos para hacerla de forma eficaz. Existen varios métodos y tipos de siembra que se ajustan a las características del cultivo, el suelo y los recursos disponibles.
A continuación, te explicaremos los diferentes tipos de siembra, como y cuando plantar las patatas y cómo seleccionar el método más adecuado para ti.
¿Cuándo se siembran las patatas?
Antes de nada, hay que destacar que normalmente hablamos de sembrar, pero las patatas realmente se plantan, más que sembrarse, ya que no se desarrollan a partir de semillas convencionales, sino de tubérculos que brotan bajo tierra. Este proceso de siembra de patatas es fundamental para garantizar una buena cosecha y depende de factores como la temperatura, el tipo de suelo y la humedad.
El momento ideal para plantar patatas depende de la variedad y las condiciones climáticas de la región. Por lo general, la plantación de patatas se lleva a cabo en primavera, cuando el terreno llega a temperaturas que superan los 10ºC y ya no existe el peligro de heladas. Sin embargo, existen diferentes tipos de siembra según la época del año:
- Patatas tempranas: se plantan a finales de invierno o principios de primavera, generalmente entre febrero y marzo. Su ciclo de crecimiento es rápido, permitiendo la cosecha en unos 90-110 días.
- Patatas semitempranas: se siembran entre marzo y abril, con un ciclo de 110-130 días.
- Patatas tardías: se plantan entre mayo y junio, y su ciclo de crecimiento es más largo, alcanzando entre 130-150 días. Estas suelen ser más resistentes y se almacenan mejor.
La elección del momento para plantar patatas también depende de factores como la altitud y la disponibilidad de agua, por lo que es importante adaptar la siembra a las condiciones específicas del lugar.

¿Cómo sembrar las patatas?
Para lograr una buena siembra de patatas, te recomendamos los siguientes pasos, ya sea para una plantación de patatas o simplemente plantar un surco en tu huerto.
- Preparación del suelo: debes labrar el suelo y airear bien la tierra para garantizar un drenaje adecuado. Un suelo suelto y rico en materia orgánica favorecerá el desarrollo de los tubérculos.
- Selección de patatas de siembra: se recomienda utilizar patatas certificadas y libres de enfermedades sobre todo si vas a plantar bastante superficie. Se pueden plantar enteras o cortadas, siempre asegurándose de que cada pieza tenga al menos un brote.
- Preparación de los surcos y distancia de siembra: debes abrir surcos de unos 10-15 cm de profundidad y con una separación entre los surcos de 60-70 cm entre filas.
- Colocación de los tubérculos: es importante que las patatas las coloques con los brotes hacia arriba, a una distancia de 30-40 cm entre cada una.
- Cubrir y regar: debes cubrir los tubérculos con tierra suelta y realizar un primer riego ligero. Es fundamental mantener una humedad constante, sin encharcar.
- Aporque: cuando las plantas alcanzan unos 20 cm de altura, se realiza un aporcado, cubriendo parcialmente los tallos con tierra para proteger los tubérculos de la luz y evitar que se pongan verdes.
- Control de plagas y enfermedades: debes analizar y mirar el cultivo y aplicar tratamientos preventivos en caso de detectar insectos como el escarabajo de la patata o enfermedades como el mildiu.
Consejos para plantar patatas
Para maximizar la cosecha, es importante seguir una serie de recomendaciones clave:
- Suelo: el suelo se recomienda que sea suelto, bien drenado y rico en materia orgánica. Se recomienda realizar una rotación de cultivos para evitar el agotamiento del suelo. En determinadas zonas de España es raro ver año tras año cultivar patatas ya que es un cultivo susceptible de afectarle las enfermedades, por lo que es muy importante rotarlo con otros cultivos.
- Clima y temperatura: la temperatura ideal para el crecimiento de las patatas está entre 15ºC y 25ºC. Es importante evitar las heladas tardías.
- Rotación de cultivos: no plantes patatas en el mismo lugar dos años seguidos para prevenir plagas y enfermedades del suelo.
- Riego: mantén una humedad constante sin encharcar. Un riego deficiente puede provocar deformaciones en los tubérculos.
- Fertilización: se recomienda un abonado rico en potasio y fósforo, evitando el exceso de nitrógeno para prevenir un crecimiento excesivo del follaje en detrimento de los tubérculos.
- Control de plagas: vigilar la aparición de escarabajos, pulgones y hongos como el mildiu, aplicando tratamientos ecológicos si es necesario.
Siguiendo estos consejos, se puede garantizar una cosecha abundante y de calidad, optimizando el esfuerzo dedicado al cultivo de patatas.
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