El uso de fertilizantes en la agricultura ha sido útil en el pasado y lo sigue siendo. Permite mejorar el rendimiento y la calidad de los cultivos, garantizando la seguridad alimentaria. Aunque aportan nutrientes esenciales que optimizan el crecimiento de las plantas, su aplicación indebida o excesiva puede ocasionar efectos perjudiciales en el medio ambiente.
A continuación, te explicamos los beneficios y las posibles consecuencias del uso de fertilizantes, además de otras alternativas sostenibles.
Principales usos de los fertilizantes
Los fertilizantes proporcionan nutrientes esenciales, como nitrógeno, fósforo y potasio a las plantas, y de esta forma puedan crecer de forma correcta y aumentar la producción. Hay que poner en contexto que existen diferentes tipos de fertilizantes y que cada uno tiene sus ventajas y desventajas.
Por norma general, los fertilizantes mejoran la estructura del suelo, incrementan la productividad agrícola y garantizan una buena cosecha de cultivos. Además, ayuda a reponer los nutrientes que el suelo pierde naturalmente, manteniendo su fertilidad y asegurando un crecimiento vegetal óptimo en distintas estaciones. Su uso adecuado puede potenciar los resultados sin afectar negativamente la composición del terreno.
Las plantas y cultivos bien fertilizadas resisten mejor a las plagas y enfermedades, aguantan mas tiempo desde que son cosechadas hasta que llegan al consumidor y disminuyen el uso de pesticidas.
Impacto ambiental del uso de fertilizantes
El uso excesivo o inadecuado de fertilizantes puede llegar a generar graves consecuencias ambientales. La lixiviación de nitratos, por ejemplo, puede contaminar fuentes de agua cercanas, afectando la calidad del agua potable y la biodiversidad acuática. Un ejemplo de este caso, puede ser las granjas porcinas que aplican los purines en los cultivos. En este sentido, hay que explicar que no tiene porque ser así, ya que existen cisternas que dosifican y aplican de forma eficiente el purín y los cultivos se aprovechan de éste. La clave está en la gestión correcta de su aplicación.
Además, el deterioro del suelo debido a un aporte desequilibrado de nutrientes puede reducir su capacidad para sostener la vida vegetal a largo plazo. Si no se hacen análisis de suelos y se aporta los nutrientes que realmente necesita el suelo y los cultivos, aparte de perder dinero el agricultor por incorporar al suelo nutrientes que no necesita, se pierde el equilibrio natural.
Métodos alternativos y sostenibles para el uso de fertilizantes
Existen alternativas sostenibles a los fertilizantes químicos que ayudan a reducir su impacto ambiental. Los fertilizantes orgánicos (puedes consultar más sobre ellos en nuestro artículo dedicado a tipos de fertilizantes orgánicos), la rotación de cultivos y el uso de biofertilizantes son prácticas que aportan beneficios ecológicos y promueven una agricultura regenerativa. Estos métodos enriquecen el suelo de manera natural, mejoran su capacidad para retener nutrientes y minimizan la necesidad de productos químicos, haciendo la producción agrícola más sostenible y respetuosa con el medioambiente.
Amplía tu conocimiento con estos artículos: